Desde que se popularizó la noción de cloud computing, inicialmente en su acepción de nube pública, mucho se ha discutido sobre esta modalidad y muchas han sido las inversiones para prestar estos servicios bajo demanda. La naturaleza competitiva de este mercado ha sido subrayada gracias a una nueva evidencia, la decisión de transparencia financiera de sus líderes, Amazon Web Services y Microsoft. Pero, al lado de estos dos nombres célebres, casi no hay empresa del sector TI que no se haya acercado bajo alguna forma a estas prestaciones. Se explica: por un lado, el modelo económico bajo demanda es una alternativa para los clientes y, en esa medida, una amenaza para las fórmulas establecidas.
En septiembre, estuvo en Madrid Christian Domangem vicepresidente de la empresa francesa Atos, para presentar junto con representantes de sus partners y VMware, la oferta cloud Canopy. «El cloud ha llegado con cierto retraso a España, comparada con sus vecinos europeos – dijo en esa ocasión Antonio Villaverde, Cloud Sales Manager de Atos Iberia – pero con la mejora de la economía su adopción es ahora una realidad».
Según explicó Domange, Canopy cerró el ejercicio 2014 con una cifra de negocios global de 383 millones de euros, y el objetivo para 2016 es alcanzar los 700 millones. La expectativa de la filial española es aportar a medio plazo un 10% de la facturación de este segmento del negocio de Atos.
En un paisaje tan poblado de proveedores de servicios cloud, ¿que tiene de singular la propuesta de Atos?
Lo singular es que partimos de una experiencia muy rica en los últimos tres años. Empezamos con Canopy en 2012, bajo el concepto de nube privada, y desde entonces hemos acompañado la evolución del mercado, lo que nos ha hecho plantearnos la oportunidad de combinar esa oferta con una cloud pública, apoyándonos en la tecnología de EMC y VMware, que estamos implementando en clientes . Por cierto, el papel de estos socios no se limita a la tecnología sino que incumbe a la definición del modelo de negocio. Otra singularidad es nuestro alcance global: trabajamos con clientes más globales que locales, con la excepción de los del sector público. Nuestro target son las empresas grandes y medianas que necesitan un proveedor único que les preste servicio en Europa, en América o en Asia.
Lo normal es que ese tipo de clientes arrastren históricamente un legacy al que no pueden renunciar para pasarse a la nube.
Por eso mismo se habla del concepto Bimodal IT, que es uno de los temas de conversación con los CIO. Por supuesto, hay aplicaciones nuevas, que han nacido para cloud, que se implementan directamente; pero el legacy existe y es importante para los clientes: el problema es que se puede tardar dos años en mover a la nube ciertas aplicaciones que están muy arraigadas en los datacenter.
Dos años es mucho tiempo, pero hay que seguir funcionando sin fallos.
Por eso se habla de modelo bimodal, de hacer que coexistan los dos entornos. Gartner llega a prever hasta diez años para completar ese movimiento de on-premise a la nube. Depende del tipo de aplicaciones; si un cliente quiere un CRM, el 90% está disponible en modo cloud, y Atos se lo puede ofrecer sin ninguna duda, pero si por alguna razón ese cliente prefiere tenerlo en casa, también lo podemos implementar.
¿Cuántos datacenter tiene Atos?
Atos, como tal, tiene 47 en 50 países, cuatro de ellos en España. Pero, específicos para dar servicios cloud, cuenta con con seis hubs que se interconectan.
¿Cómo resuelven la cuestión de la soberanía sobre los datos, un asunto que ha vuelto a recalentarse?
Cada producto de Canopy está localizado en un datacenter, pero el cliente tiene información precisa de dónde están sus datos y quién tiene acceso al datacenter en el que se encuentran.
El otro lado de la pregunta es: ¿cómo resuelven la conexión entre los centros de datos que son de cloud privada y la parte pública? Porque la orquestación está bien como metáfora, pero los instrumentos tienen que estar afinados…
Junto con EMC y VMware, hoy hemos mostrado tres niveles de orquestación en Canopy. En un primer nivel, de gestión y organización de la infraestructura, con una solución de virtualización podemos dar servicio de nube privada en un datacenter de Atos y conectarlo con otro, pero esto es sólo para IaaS, que se completa con lo que llamamos CMP (cloud management platform). Si se desea orquestar aplicaciones, utilizamos otro producto, Cloud Fabric, y se puede hace tanto en cloud pública como privada, por lo que es más PaaS que otra cosa. En el tercer nivel, de orquestación de servicios de negocio, proponemos un portal que incluye facturación y muchas otras soluciones de Atos.
¿Cuál es la ventaja competitiva de esta oferta con respecto a otras?
Hay empresas que se dedican sólo a cloud pública, particularmente Amazon, que tienen mucho poder de mercado, pero no son pocos los clientes que prefieren la opción de cloud privada. En este sentido, somos partners de Microsoft, que tiene una política más flexible que Amazon. Si un cliente de Microsoft quiere una cloud pública, puede usar Azure, pero si quiere una privada, Atos se la puede proporcionar.
[…] ¿a clientes que no quieren poner sus aplicaciones en Azure?
Hay aplicaciones que podemos ver en Azure, pero otras tienen que ser on-site […]. Las aplicaciones en modo SaaS pueden ser de competidores de Atos, al menos para una parte de Canopy, pero facilitamos al cliente la integración.
¿En qué medida Influye la herencia de Siemens, desde que Atos le compró la división de TI?
Hay productos de Canopy que están localizados en uno de los hubs que hemos comprado a Siemens. La verdad es que en esa herencia había cosas muy valiosas…
Una de las consecuencias es que Siemens es cliente de Atos.
También es cierto. Siemens es un cliente importante, junto con el Comité Olímpico Internacional. La razón por la que el COI y Siemens confían en Atos es nuestra dimensión global. Por cierto, los dos utilizan recursos que tenemos en España: hay gente en Barcelona y en Madrid que escribe y modifica las aplicaciones y la infraestructura para los Juegos Olímpicos de 2016 y los siguientes, y esto se hace ahora en cloud.
¿Quiere decir que antes no trabajaban en cloud, pero el contrato con el COI se ha transformado a cloud?
Antes, residía en cada sitio y a partir de ahora los JJOO usan una infraestructura que, como comprenderá, no puedo decir dónde está.
O sea que toda la información que soporta los JJOO estará basada en una nube de Atos. ¿Privada, híbrida, pública?
Privada para el COI. Reside en un datacenter muy sofisticado, de altísima fiabilidad. En las dos o tres semanas de los Juegos no puede haber el más mínimo fallo. Más adelante podremos contar algo más, pero ahora no es el momento.
¿Cuál es el caso de Siemens, su otra gran referencia?
Con Siemens trabajamos en proyectos importantes, como una plataforma analítica que llamamos BDAP (Big Data Analitic Platform), que es el cimiento de nuestra oferta de Data as a Service. Canopy pone la plataforma para el desarrollo de este servicio de análisis de grandes volúmenes de datos para el sector de utilities, y esta es la razón por la que Siemens está involucrada.
¿Big Data pero en modelo cloud?
Eso es.
Atos trabaja mucho, al menos en Europa, con el sector público y la banca, que en principio no son muy entusiastas con el cloud: no les gusta tener nada fuera de casa. ¿Cree que esa actitud va a cambiar?
En todos los países, el sector público está estudiando cómo bajar sus costes. Presupuestariamente, no pueden invertir tanto como antes, y por esto priorizan las inversiones que reduce costes. Y no se pueden permitir sólo cloud privada, así que al final harán lo mismo que hacen las empresas: decidir qué aplicaciones necesitan tener dentro del país por razones de seguridad y conectar las otras a redes públicas. Es lo que hemos hecho en Francia con Numergy [empresa de servicios cloud creada por el sector público, con participación de Bull – ahora Atos – considerada como un modelo de ´nube soberana`]. Un ministerio francés puede contratar cloud pública de Atos siempre que esté dentro de Francia, y esto va a facilitar la adopción de nubes híbridas: nosotros no vamos a montar centros de datos con todas las soluciones en cada país, pero utilizaremos cloud híbrida donde el cliente requiere que se haga localmente.
¿Y la banca?
Es más o menos lo mismo. Los bancos quisieran utilizar más la cloud pública, porque tienen que bajar sus costes, pero depende de los países: las empresas globales necesitan un partner global que les ofrezca seguridad, y Atos, tras la compra de Bull el año pasado, ha ganado mucho know how en materia de seguridad.
Ha insistido en la reducción de costes. En España se conocen casos de ofertas temerarias que ganaron concursos porque la prioridad del cliente, una administración pública, era bajar sus costes. ¿No es un argumento de doble filo insistir en los costes?
Es un hecho que hoy lo que se pide es más servicios por menos precio, y al mismo tiempo con más seguridad. En Atos, el nivel de servicio es muy alto, y vamos a seguir ofreciendo el mejor SLA [service level agreement] posible, la garantía de un servicio que funciona. Esa es nuestra posición, y es una condición para cualquier opción de cloud de terceros con la que conectamos para la propuesta de servicios híbridos.
[…] la integración con otras nubes públicas. ¿No es una complicación innecesaria?
Hoy, la conexión de una cloud híbrida a una cloud pública no funciona de manera automática. Las aplicaciones que pueden trabajar con Amazon, Azure o Google Cloud no son las mismas. Y no todas son abiertas.
¿Tiene Atos alguna preferencia por Azure?
Tenemos un acuerdo con Microsoft, pero no diría que es preferente; de hecho, estamos creciendo en número de acuerdos con otros proveedores de cloud. Dependiendo del país y del cliente, vamos a ir abriendo distintas opciones. No sería una buena estrategia que le dijéramos al cliente con quién tiene que trabajar.